Kulala Desert Lodge

Este fue otro de los momentos culminantes del viaje. Namibia y Kuala superaron todos nuestros sueños. La primera vez que llegamos, estábamos un poco reacios y nos preguntábamos qué habíamos hecho, pero cuando nos detuvimos esa primera tarde en nuestro viaje por la naturaleza para tomar una copa al atardecer, estábamos alucinados. El desierto era precioso. Nos resultaba tan extraño que algo tan vasto y grande pudiera tener cosas que sobrevivieran en él y que hubiera partes del mundo que no hubieran sido tocadas en absoluto por los humanos. Nos encantó el desierto y la gente de Namibia. Hacer senderismo por Big Daddy y contemplar el paisaje fue uno de los mejores momentos del viaje. Nos encantó. También disfrutamos durmiendo al aire libre en el tejado mientras mirábamos las estrellas cada noche. El alojamiento era impecable y el servicio estupendo (no tan atento como en Simbavati, pero ninguna queja en absoluto. Nos decíamos a nosotros mismos... ¡estamos en medio del desierto! Cómo puede alguien quejarse de las habitaciones, la comida y el agua corriente en medio del desierto).

Nos sorprendió mucho ver tantos animales en nuestra primera parada en Sosussvlei. No esperábamos ver ninguno. Disfrutamos escalando Big Daddy y caminando por Deadvlei. La última mañana dimos un paseo por la Duna 1 que fue increíble. Nuestro guía nos señaló todas las huellas de animales de la noche anterior y no podíamos creer la cantidad de animales, insectos y reptiles que vivían allí. Nos hubiera gustado pasar una noche más para poder dar un paseo en globo.

"Con la mejor ubicación en el corazón del desierto del Namib, Kulala Desert Lodge es el alojamiento más cercano a las dunas de arena roja de Sossusvlei. Los chalés son adecuados para parejas en luna de miel o familias y ofrecen hermosas vistas. Para los más aventureros, existe la opción de dormir en su azotea bajo las estrellas".

Nos gustó el lodge Kulala y su ubicación era excelente. Nos apuntamos a un paseo en globo y fue el punto álgido del viaje (literalmente).

El personal era increíble y nada era demasiado problema. Disfrutamos de excursiones a las dunas de arena, al bosque petrificado y al cañón de Sesriem, además de paseos en quad.

El viaje fue realmente increíble, me encantó. Otros de mis hoteles favoritos fueron el Olive Grove Guest House, en Windhoek. Estaba muy bien montado y el gerente, Brian, intenta que todo el mundo se sienta bienvenido. También me encantaron el Mapula Lodge y el Kulala Desert Lodge. Botsuana y Namibia estaban muy organizados, y los dos nos sentimos muy seguros aventurándonos a explorar los países.

Kulala Desert Camp es un lugar maravilloso. Tiene cómodos bungalows, muy buena comida y gente muy agradable. Es un destino fácil para familias con niños y ¡¡¡fue nuestra mejor elección en cuanto a comida!!!