SaSaab Camp

Este fue un lugar muy bien dirigido. Habían organizado que Susan se pusiera en contacto con un fotógrafo. Ricardo fue magnífico trabajando con Susan, y entregado al tema de la fotografía. Estaban en el paraíso fotográfico discutiendo y buscando esa toma especial. El entorno del campamento era encantador y privado. Las habitaciones estaban bien cuidadas y limpias. Tenían vistas al río, y nada era más agradable que tumbarse frente a la piscina de inmersión, con vistas a la aridez del semidesierto. La piscina de inmersión se limpiaba a diario, al igual que la piscina principal. Muy reconfortante. Lo mejor del viaje de Susan fue, con diferencia, el viaje en helicóptero al valle de Suguta y el sobrevuelo del lago Logipi para hacer unas fotos increíbles de 100.000 flamencos. Consiguió hacer unas fotos de premio. El piloto fue magnífico, aterrizando el helicóptero en la base de la garganta del Valle Pintado. Esta es una parte del viaje que debería destacarse a cualquiera que visite el campamento SaSaab. Es caro, pero la experiencia merece la pena.
Nos quedamos con la sensación de que no era un safari basado en los animales, sino en la experiencia, la belleza y el conocimiento cultural de la zona. Susan disfrutó especialmente del entretenimiento nocturno viendo bailar a la tribu Samburu y luego de una hermosa cena bajo las estrellas con un gran fuego para mejorar el ambiente.

Vistas espectaculares, lujo mimado con piscinas privadas y guías que le llegarán al alma. Realmente es un lugar especial que ofrece experiencias mágicas.