Delta del Okavango, río Chobe y cataratas Victoria

Cada vez era mejor. Los safaris en Botsuana me dejaron sin palabras. Los animales eran mucho más numerosos tanto en Chobe como en Okavango. Más o menos los mismos animales, pero muchos más. Ambos lodges eran muy agradables y la gente que trabajaba allí era maravillosa, pero unas palabras sobre el Sanctuary Baines en el delta del Okavango. Como era de esperar, no había aire acondicionado y en las cabañas hacía un calor abrasador (parecido al que se siente cuando se abre el horno para oler las galletas que están a punto de comerse). Nos dimos cuenta de que sólo había otra pareja joven alojada allí durante nuestra visita. Nos dijeron que había habido otra fiesta, pero insistieron en un lugar diferente para alojarse, ya que no podían soportar el calor. Los miembros del personal nos trajeron toallas heladas para abrigarnos, lo que ayudó, pero era una situación difícil. El día que nos íbamos me sentí un poco mal... podría haber sido en parte por el calor, o quizás por beber agua en mal estado, o un efecto residual de la Malerone (medicación contra la malaria) que tuve que dejar de tomar debido a una mala reacción en Ciudad del Cabo, pero de nuevo el personal trajo a nuestra cabaña algunos suministros, y realmente hicieron un esfuerzo para que me sintiera cómodo. Lo apreciamos mucho. La ubicación y las instalaciones son maravillosas, pero quizá no sean las adecuadas para los mayores de 65 años durante la temporada de calor. También se podría considerar la posibilidad de instalar aparatos de aire acondicionado portátiles.

El personal era increíble. Esta habitación era nuestra favorita y la cama era enorme y cómoda. La comida era estupenda. Los safaris y los paseos en barco estaban mucho más concurridos aquí que en otros lugares. Los paisajes también eran mucho más secos. Pudimos ver un grupo muy grande de leones durmiendo, ¡unos 11 ó 12! El Día de la Independencia de Botsuana se celebró mientras estábamos allí, así que hubo una barbacoa especial en el césped (¡probamos orugas!) y tuvimos una interesante lección de historia junto al fuego por la noche. También dimos un divertido paseo en barco la última noche en un barco más grande (que tenía una cubierta superior) con un montón de aperitivos y bebidas.

Llegamos en un jeep descubierto desde la frontera (ojalá lo hubiéramos sabido para que Kelli se hubiera recogido el pelo y hubiéramos tenido preparado un billetito de US$ para dar propina al conductor). El personal nos recibió muy cordialmente y nos dio mucha información. La habitación redonda "casa del árbol" era muy singular y divertida. Nos encantó la comida (muy gourmet, con raciones mucho más grandes que en Notten's) y el bar Tiki al aire libre. Lo mejor fueron las excursiones nocturnas en barco en busca de animales. Menos mal que nuestro guía Junior nos llevó a las cataratas Victoria, de compras y a visitar un pueblo antes de que el día se pusiera demasiado caluroso. Nos divertimos mucho subiendo y bajando en barco por el Zambeze y atravesando algunos rápidos. Además, había muy POCOS barcos a nuestro alrededor. Tendremos que volver para verlo cuando el Zambeze esté alto.