Dónde ir en Ciudad del Cabo

No es habitual encontrar una montaña de 1.000 metros en medio de una gran ciudad, pero no se trata de una montaña al uso. Con su cima plana, reconocible al instante, la Montaña de la Mesa se erige orgullosa como una de las nuevas 7 Maravillas de la Naturaleza y domina el horizonte de la ciudad. De hecho, al explorar la ciudad, a menudo echará mano de la cámara para capturar la famosa silueta de la Montaña de la Mesa; sin embargo, las mejores vistas se obtienen desde la cima. Si el día está despejado, suba en teleférico o cálcese las botas y suba por una de las muchas rutas de senderismo. El esfuerzo extra le hará sentirse en la cima del mundo al contemplar la ciudad y sus playas, las montañas circundantes y el brillante océano Atlántico.

Podría pasar una semana en Ciudad del Cabo e ir a una playa nueva cada día, pero lo mejor es empezar por algunas de nuestras favoritas imperdibles: las cuatro playas de Clifton y la cercana Camps Bay son las playas urbanas preferidas por todos, situadas literalmente a pocos minutos del centro de la ciudad, en la costa atlántica. Bahía de Camps también es perfecta si le apetece tomar un cóctel o comer al atardecer: sólo tiene que cruzar la carretera, donde le espera una larga hilera de restaurantes y cafeterías. Más al sur (pero merece la pena el viaje) se encuentra la suave cala de arena de Llandudno, el lugar ideal para un romántico picnic al atardecer, mientras que en la costa del océano Índico, algo más cálida, está la playa de Boulders, con su famosa colonia de fotogénicos pingüinos.

La playa de Boulders, una de las favoritas de las familias, es una pequeña cala de arena suavemente inclinada salpicada de enormes rocas de granito hechas para trepar por ellas. Protegida y tranquila, el agua cristalina y turquesa permite nadar con seguridad, pero las verdaderas estrellas del espectáculo son los miles de pingüinos africanos blancos y negros que han hecho de Boulders Beach una de sus colonias de cría más importantes. Las pasarelas de madera atraviesan la colonia y permiten acercarse mucho a los pingüinos, lo que es ideal para hacer fotos. Le recomendamos que pase unas horas en la playa de Boulders para disfrutar del sol y, si hace suficiente calor, se atreva a meterse en el agua; puede que incluso llegue a nadar junto a los pingüinos.

En el extremo sur de la península del Cabo se encuentra la salvaje y escarpada Reserva Natural de Cape Point. Si realiza una excursión organizada a Cape Point, le llevarán directamente a través de la reserva hasta la punta, donde podrá subir a pie o en funicular hasta el antiguo faro, en el extremo de la península. Las vistas son ciertamente espectaculares -un dedo de tierra rocosa que se adentra en el azul profundo del océano Atlántico y acantilados verticales que se hunden más de 200 m en un mar agitado-, pero lejos de las multitudes hay senderos bordeados de fynbos que atraviesan montañas y extensiones desiertas de arena blanca y limpia. ¿Nuestro consejo? Dedique unas horas a explorarla; seguro que será uno de los momentos estelares de sus vacaciones.

Si creía que el V&A Waterfront era sólo un conjunto de tiendas frente al puerto, se llevará una grata sorpresa. Si bien es cierto que se pueden hacer compras en las glamurosas boutiques y en los puestos del mercado, sólo cuando se sale al exterior se entiende por qué el paseo marítimo de Ciudad del Cabo se ha convertido en la atracción turística más visitada de Sudáfrica: contemplar la Montaña de la Mesa mientras se toma un capuchino por la mañana o se degusta cocina gourmet, escuchar a los tamborileros africanos y a los artistas callejeros mientras se contempla el paso de los barcos o se navega en un crucero al atardecer por el puerto. Si viaja con niños, el Two Oceans Aquarium es una visita obligada, y recuerde que el Waterfront es el lugar de Ciudad del Cabo para coger el ferry a la isla de Robben.

Situada a 11 km de Ciudad del Cabo, en la bahía de Table, y accesible desde el paseo marítimo V&A Waterfront, Robben Island es la tristemente célebre prisión en la que estuvieron encarcelados muchos de los líderes políticos más destacados de Sudáfrica, como Nelson Mandela y Walter Sisulu. Pase una mañana o una tarde en una excursión por Robben Island y déjese guiar por un ex preso político que le contará su testimonio personal sobre las duras condiciones de la vida en prisión durante el régimen del Apartheid. Es una lección de historia que le permitirá comprender el alto precio que muchas personas pagaron por la democracia sudafricana, que tanto costó conseguir.

Kirstenbosch es, sin duda, uno de los mayores jardines botánicos del mundo, pero no crea que tiene que ser un botánico para disfrutar de él: a cualquier persona de cualquier edad le encantará la increíble variedad de plantas con flores y árboles maduros, dispuestos en sorprendentes e informativas exposiciones, y con un espectacular telón de fondo montañoso. Kirstenbosch es un lugar tan apacible que no hay que ir con prisas, así que reserve unas horas para pasear por sus alrededores; ¿por qué no lleva un picnic y busca un árbol grande a la sombra para instalarse? A los niños les encantará corretear por los amplios y verdes prados, y hay dos restaurantes dentro de los jardines por si no lleva sus propios refrescos.

A menos de una hora en coche de Ciudad del Cabo se encuentran los verdes y serenos valles de las Tierras del Vino del Cabo y las acogedoras ciudades de Stellenbosch, Franschhoek y Paarl. El aire fresco del campo le abrirá el apetito mientras degusta vinos en las fincas de renombre mundial de la región o realiza visitas guiadas a bodegas; qué mejor que dirigirse a Franschhoek, capital gastronómica de Sudáfrica y sede de algunos de los mejores restaurantes del país y de uno de los 100 mejores del mundo. Los viñedos del Cabo son una excursión fácil de un día desde Ciudad del Cabo, pero si dispone de tiempo, le recomendamos encarecidamente pasar una o dos noches en este bello y romántico entorno.